03 febrero 2015

Consiguiendo nuestros objetivos con el apoyo de las regletas de Cuisenaire



Echando la vista atrás, comprobamos lo rápido que se pasó el primer trimestre de trabajo con el grupo de jóvenes de este taller, y es qué, cuando alguien se dedica a lo que le gusta, el tiempo pasa volando.
En este primer trimestre del taller del "Manejo del Dinero y Gestión del Tiempo", el objetivo primordial era trabajar la descomposición de los números, haciendo mayor hincapié en aquellos que corresponden directamente con una moneda, para poder manejar correctamente el dinero. 

El manejo del dinero, así como las matemáticas, son un concepto abstracto y difícil de entender para cualquier persona, teniendo mayores dificultades las personas con discapacidad intelectual. Todo ello es debido a la falta de práctica desde la manipulación, donde sea la persona la que averigüe y encuentre la lógica a dichos conceptos. Por ellos se está trabajando este taller con el apoyo de las regletas de Cuisenaire, donde son los propios participantes los que manipulan dicho material. LLegan por sí mismo a los resultados y ven la lógica en algo tan sencillo como que dos más dos son cuatro.

Se ha empezado por trabajar la competencia matemática para adquirir los conceptos básicos matemáticos, mientras transversalmente se ha ido trabajando el manejo del dinero. Para ello se ha relacionado cada regleta con su moneda correspondiente y se han hecho dinámicas y fichas de trabajo, que mejoren su comprensión. 

Todas estas actividades han seguido una metodología manipulativa, experiencial y de autodescubrimiento, además de lúdica, ya que se ha fomentado la adquisición de todos esos conceptos, haciendo simulaciones de supermercado o de diferentes establecimientos, donde los propios participantes son los que asumen tanto el rol de dependiente como de cliente. Todas estas prácticas son llevadas a la vida real, realizando compras en diferentes establecimientos, tanto en actividades planificadas en horario del taller como en acciones que desarrollarán en su entorno familiar.

A la vez, se ha trabajado semanalmente con la agenda, con el fin de que los participantes puedan estructurar mejor su tiempo, así como el manejo de la hora, tanto analógica como digital, con el apoyo de los relojes que ellos mismos, con la colaboración de la educadora, han construido. Se hace igualmente importante la generalización de los contenidos aprendidos, utilizando su propio reloj de muñeca y estableciendo diferentes roles en cuanto a la gestión de los tiempos.

En conclusión, en el primer trimestre se han cumplido los objetivos establecidos, consiguiendo que los participantes adquieran mejores destrezas a la hora de manejar el dinero. Aunque cabe desatacar que aún estamos al principio del camino y que nos quedan muchos pasos por dar para adquirir y afianzar todos estos conceptos, que nos facilitarán un mayor y mejor desenvolvimiento en todas aquellas tareas de la vida diaria, llevando al grupo de jóvenes a ser más autónomos e independientes. 





















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