03 febrero 2015

Autonomía I. Balance del primer trimestre


Primer Trimestre curso 2014/15

Cuando nos referimos al concepto de autonomía, hacemos referencia a una serie de derechos de las personas, tanto como al hablar del derecho a una vivienda o el derecho a la libertad de expresión. Hablar de autonomía y trabajar por ella, es pura y llanamente una cuestión de derechos de las personas. Las personas que sufren una discapacidad son sometidas a la restricción de estos derechos, tan solo por nacer con unas capacidades diferentes al resto.

Desde Asinladi, se trabaja desde diferentes talleres, para fomentar la autonomía en distintos ámbitos de actuación, realizando actividades de la vida diaria y desarrollando unas habilidades sociales, que permitan a las personas con discapacidad desenvolverse en la sociedad. Nuestro objetivo es garantizar la normalización y vida independiente de las personas con discapacidad intelectual, interviniendo desde las diferentes áreas funcionales de la persona y de su relación con el entorno para alcanzar la autonomía.

En este resumen, hablamos del Taller de Autonomía I. Un taller en el que participan 10 personas para alcanzar el objetivo de sus tres módulos principales: Transporte público, Seguridad vial y Concienciación social, ciudadana y comportamiento cívico y su módulo transversal en el que se trabajan habilidades para el desenvolvimiento en la sociedad. Módulos, todos funcionales, que inciden de manera directa en el entorno social y donde los jóvenes se desarrollan diariamente. Trabajamos por el aprendizaje de competencias básicas e instrumentales para la vida diaria, basadas en las características del sistema comunitario. 

Ha pasado algo más de un trimestre desde el inicio de este tercer período y se han realizado actividades relativas a todos los módulos en las que hoy en día, ya se han podido ver resultados. Unos resultados que lógicamente tienen que ver con los contenidos que se han trabajado en las diferentes sesiones, pero además, unos resultados hacia su integración con el grupo de trabajo, su desenvolvimiento en circunstancias sociales, su orientación en el entorno, sus propios objetivos...

Se necesita constancia, trabajo y paciencia a la hora de enfrentarse a aprendizajes tan funcionales y prácticos, como puede ser comprar un ticket para montarse en tranvía, o saber manejar la máquina expendedora, identificar las diferentes paradas, utilizar diferentes estrategias para desplazarse por el entorno comunitario, saber distinguir la fecha de caducidad delos productos, dirigirse con corrección a las personas de los diferentes establecimientos, los medios de comunicación, etc. 

Los aprendizajes son siempre enfocados desde un punto de vista realista, servibles para su día a día y que acercan a estos jóvenes a la realidad de su autonomía. 

La valoración de este período es muy satisfactorio. Un camino que, a pesar de que no es fácil, da la enorme satisfacción de visualizar los avances de cada uno de los participantes. 
Como muestra del trabajo realizado, una serie de fotos que reflejan el mismo. 





























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