07 junio 2014

El rincón de Laura


Vamos a Hacer un pequeño ejercicio

7 junio 14

Vamos a hacer un pequeño ejercicio, a ver que te parece.
Cuenta la historia de una chica se enamora de un chico. Se aman, se entienden. Son felices.
Viven juntos y deciden unir sus vidas hasta el final. 
A los años, reciben una maravillosa  noticia, pronto serán tres.... Los meses siguen pasando con tranquilidad, entre antojos y citas médicas de rutina. Nada podría ser más perfecto. 
Después de algunos años, cuando esta pareja ve a su hijo recibiendo su título universitario, se miran con la ternura más inmensa que solamente brinda la felicidad plena. Recuerdan con sus ojos llenos de complicidad. 
Recuerdan las sonrisas de su hijo años atrás, su amor por él, sus abrazos que eran lazos interminables de la más pura dulzura que nacía directamente de su alma. Recuerdan cada paso, cada día de su vida como una experiencia memorable. Cada logro, cada lágrima, cada beso, fueron parte de ese relato de una vida. Cuando ese hijo aprendió a leer y escribir, cuando aprendió a sobrellevar las bromas pesadas de sus compañeros, porque sabía que él valía demasiado como para perder la calma por eso, aunque no dejaba de ser doloroso. Recuerdan cada vez que le apoyaron en el deporte, que aunque no era su fuerte, lo liberaba, lo hacía feliz, se sentía parte del equipo. Y ellos se abrazaban en silencia, mientras veían como su sueño iba tomando una nueva forma; sabiendo que su más grandioso logro, su obra maestra era ese niño hermoso, fuerte y amado.
¿Puedes imaginarlo? ¿Puedes tú como padre o madre imaginar y vivir en tu corazón ese latido que solamente proporciona el orgullo que sentimos por nuestros hijos? ¿Pudiste recordar de memoria la carita dulce de tus propios hijos mientras leías?
Pues bien, ahora imagina a ese niño tan hermoso, imagínalo bien.... Imagínalo como yo lo hago, imagina a un niño con discapacidad.... Imagína que este sentimiento de amor y orgullo, digno de admirar es propio también de los padres con niños con algún tipo de discapacidad...
Enséñale a tus hijos a amar a estos ángeles, a no agredir, a no tener miedo o prejuicios, ellos son personas hermosas, tal y como lo imaginaste al principio de esta historia.

                                                                                                                           Laura Zúniga (Costa Rica)




No hay comentarios:

Publicar un comentario